El panorama que nos pintan tanto los medios de comunicación como cualquier conversación de escuchamos por allí en la tienda cerca de casa o el mercado, nos indica que este año será durísimo económicamente, que no se vende nada, que habrá más desempleo. Todo suena desolador, da ganas de no levanterse de la cama.
Yo vengo de un país donde hemos sobrevivido a nuestro propio «corralito» y donde la crisis no es símbolo de miedo y de quedarse bloqueado; tampoco somos como los chinos que lo ven como oportunidad, no. La crisis para nosotr@s es el status quo, el día a día, de toda nuestra vida. Todo esto me pone a pensar en las distintas maneras de reaccionar ante una crisis y me pregunto, ¿es posible, con la que está cayendo, buscar diversas maneras de innovar en mi negocio? Y aquí es dónde quería llegar, a veces la palabra innovar la vemos ligada a comprar cosas, solicitar servicios, contratar más gente y todo esto es igual a dinero. Por lo tanto hacemos una ecuación inmediata: si no tengo dinero, no puedo innovar. Admito que yo también lo pienso así esos días que voy negativa por la vida.
Hace pocas semanas, escuché una entrevista en la radio pública a Rixar García, ya había escuchado sobre él pero nunca lo había escuchado a él dar una entrevista. Rixar es taxista en Oviedo y a partir de su mundo en su taxi, empieza a dar vueltas a la idea de innovar el servicio que él proporciona. ¿Innovar siendo taxista?,¿ un servicio de toda la vida que no ha cambiado en décadas?, pero ¿qué más puede hacer un taxista que no sea llevar a la gente de un sitio a otro? Pues Rixar no se hace esas preguntas, tiene un alcance de emprendedor nato, de persona que no se viene a menos, con una creatividad desbordante y así fue que sus ideas no sólo fueron pájaros en la cabeza sino que hoy en día son una realidad.
Rixar desde su taxi, pero cada quien puede innovar desde cualquier campo que se desenvuelva.
Cuento sólo algunas:
– desde el año 2003 tiene una web en internet http://www.taxioviedo.com/, allí se puede ver la disponibilidad, la forma de pago, se puede pedir un taxi y se puede compartir taxi al aeropuerto de Oviedo y ahorrarse un dinero importante. También se puede acceder al blog http://taxioviedo.blogspot.com/ donde se puede conocer a fondo a Rixar, sus aventuras por Estados Unidos y cómo ha ido creciendo en popularidad su servicio.
– Está en twitter desde mediados del 2009 @taxioviedo, desde allí promociona su servicio, se lo puede contactar por esta vía y nos cuenta sus historias, sus ideas en 140 caracteres.
– Es un loco de la tecnología, dispone de aplicaciones móviles para Iphone y Android, así los clientes lo pueden localizar, saber dónde está y sin costo de llamada.
Por si lo queréis contactar
– En su blog explica que realizó una acción publicitaria de guerrilla y logró reseñas en prensa, en radio, en blogs como éste.
– Además, implementa la RSE, acciones responsables en su taxi, el cual es ecológico, utiliza gas mezclado con petróleo evitando lo máximo posible la contaminación. Pensando en tratar con equidad a todos sus clientes, sus tarifas están traducidas al Braille.
– Y por si fuera poco, Rixar García quiere ser el taxista más feliz del mundo. Ama lo que hace y lo hace lo mejor que puede. ¿Se ha inmovilizado por la crisis? Al contrario, ahora es parte de foros de diversas jornadas en universidades y lo invitan a contar su historia por toda España.
¿Qué hizo Rixar para conseguir tanta visibilidad? Creo que supo leer las necesidades de sus clientes, saber qué es importante para ell@s, cómo les puede hacer la vida más fácil a través de su taxi y sin duda hizo una lluvia de ideas sin ponerse ningún tipo de límites. Además supo ponerse esas gafas que no tod@s encontramos a mano, para poder ver más allá de lo que los demás pueden ver. Y he allí la diferencia.
Ah, algo importante y que tiene que ver con el título de este post, cuánto dinero tuvo que invertir Rixar? Podéis intuir la respuesta, casi nada. El quid del asunto es quererlo hacer de verdad, aprovechar las nuevas tecnologías, aumentar la red de posibles clientes y creerlo posible.
En estos días de invierno, donde además de la crisis y el paro tenemos el frío que al menos a mí no me pone de buen humor, saber que cerquita de donde vivo, en Oviedo, hay gente como Rixar, francamente me levantan el ánimo y el optimismo vuelve a mi vida.
Os invito de verdad a visitar su web y a seguirlo en twitter. Os sorprenderéis de toda la información y de las ganas de hacer las cosas diferentes en un gremio donde todos o casi todos hacen lo mismo.